domingo, 6 de junio de 2021

ECONOMIA

 

Fuentes Seguras. El renacer de una vieja batalla

Clarín y compañía. Martín y Axel. Producción y finanzas. Bergoglio y Stiglitz. Inteligencia e ignorancia. Arde Cambiemos. Luna llena. Feliz Día.

La bronca con el grupo monopólico y sus derivaciones en el área comunicacional. Pactos: la política irrumpió en el debate económico. Un problema: las finanzas aliadas con los espacios productivos. Papa Francisco: el impuesto mundial. Cambiemos: fuego interno. Y varios asuntos más.



DEBATE Y UNIDAD. La política hizo su irrupción para atenuar las diferencias económicas y salvaguardar la unidad rumbo a las elecciones. El encuentro de los dos referentes públicos del contraste, el ministro de Economía Martín Guzmán y el ex ministro del área y actual gobernador bonaerense Axel Kicillof, fue la rúbrica del acercamiento. Sin embargo, resultaría opaco evaluar que la articulación fue solo fruto de la voluntad: algunos factores decisivos envuelven la inteligencia en acción de los protagonistas.

El aumento del precio de las materias primas, la capacidad tributaria estatal, el impulso de un puñado de actividades y la tenue pausa en las crueles exigencias fondomonetaristas facilitaron la movida. Está a la vista que no resolvieron las contradicciones. Si bien esa tendencia natural al crecimiento que de habitual evidencia la economía argentina brega por salir a luz, los indicadores de pobreza, el aumento de precios y la dispar distribución del PBI son elementos innegables que insisten en mover el piso sobre el cual se asienta la administración.

Este tramo de la vida nacional deja al descubierto el sentido político estratégico de la oposición económica, pues las embestidas más duras surgen de los espacios que siguen logrando beneficios extraordinarios. Exportadores, productores, financistas y medios concentrados lideran la lucha por desmembrar la Nación y fracturar el Frente de Todos con un entusiasmo que podría hacer pensar que padecen dificultades sorprendentes y apremios estatales sin par. Nada de eso es así, pues sus niveles de rentabilidad se yerguen ante los problemas reales de la sociedad.

¿Qué sucede? Existe una combinación de vectores que cabe señalar. Por un lado el histórico temor a una consolidación del peronismo en el gobierno opera como motor cultural de esa franja. La prevención nace del decurso de una espacio social reconvertido que en su fuero íntimo supone que una continuidad superior a la alcanzada durante las décadas florecientes puede transformar a pleno la matriz argentina e instalar un esquema productivo. Por otro, la ligazón entre varios de sus componentes con el capital financiero internacional, que se encuentra librando una batalla de vida o muerte contra la Multipolaridad.

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